Dice el dicho que “hijo de tigre sale pintado”, pero en esta historia es el mono y no cualquiera, el hijo del Mono Jojoy tiene mucho parecido físico con su papá y aunque estuvo varios años en la guerrilla y se salvó de morir junto a él, no le aprendió la lección.“Soy hijo del Mono Jojoy, de Víctor Julio Suárez, soy firmante del acuerdo de paz del 2016. Yo pienso que mi padre a mí me dio mucho amor y mucho apoyo, tengo un recuerdo de mi padre de un gran ser humano que compartió conmigo, muy cariñoso, también era el padre de muchas personas, hoy excombatientes que firmaron el acuerdo lo veían como su padre también, como el amigo”. Jorge Suárez o Chepe, como le dicen sus amigos, está hablando de su papá y no del famoso guerrillero que para muchos arrodilló al país a punta de secuestro y emboscadas. Es el hijo del temido Mono Jojoy, quien fuera el jefe emblemático del Bloque Oriental de las FARC, desde que nació le ha tocado vivir con el peso de quien ha sido su padre y llevar a cuestas en la clandestinidad y ahora después del acuerdo una vida bastante particular.Estudió en un colegio tradicional de sacerdotes, a los 16 años se fue para la guerrilla en donde estuvo hasta la firma del acuerdo de paz, para luego terminar casado con una mujer que abiertamente fue contradictoria del proceso de paz. “Yo estudié en el colegio San Viator, allá tenía como una dualidad de vida porque pues no podía decir quién era mi padre, ni contarles a los estudiantes”. Una doble vida por ser hijo de uno de los guerrilleros más emblemáticos de las FARC, que siendo apenas una adolescente dejó de ser un estudiante citadino de bachillerato y pasó a ser un guerrillero con camuflado, morral y fusil que patrullaba las selvas de Colombia. “Del San Viator al Caquetá”.Jorge Suárez, aunque vive en Bogotá, lo conocimos en Puerto Berrío mientras lo acompañábamos en un día de trabajo subido en una lancha hasta el corregimiento de Puerto Murillo a orillas del río Magdalena. Nos fuimos con él a llevarle libros y cartulinas para pintar a los niños de esta zona apartada, que se parece un poco a la región en donde nació Jorge cuando sus papás estaban en medio de la guerra.“En el año de 1984, en el Caquetá me enfermo, mi padre me entrega en adopción a una familia en Bogotá, a una familia comunista, a los siete meses”. Una familia comunista que conocía a su papá desde que era un líder en el Sumapaz y a quienes el Mono Jojoy les confió la crianza de su hijo. “¿Y siempre te dijeron usted es hijo de Jorge Briceño o fue a medida que ya estaba más grande que le contaron la verdad? Siempre me contaron la verdad, quién era mi padre. Es una familia que a mí me aportó muchos valores”. Creció viendo a su papá en televisión en los anuncios donde ofrecían inmensas recompensas a quien lo delatara.
Doris Suárez siempre ha sido una mujer de armas tomar, se unió muy joven a las FARC, pasó tres décadas en sus filas y terminó en la cárcel, hasta que con el acuerdo de paz salió en libertad y ya de civil junto con otros antiguos compañeros de lucha emprendieron otro camino o mejor otra trocha. Los Informantes brindó con ella y como no podía ser de otra manera, celebraron la nueva vida en la legalidad con una cerveza que sabe a paz y a reconciliación.“Ahora se le dice mamerto a cualquier persona que tenga ideas de centro izquierda, yo soy mamerta, yo no creo que merezca un tiro por esa vaina”. No se guarda nada, es tan frontera que sus palabras pueden parecer incómodas, incluso provocadoras, pero no, todo lo contrario. Después de más de media vida entre el monte y la cárcel, lo único que quiere esta mamerta de alma y corazón es estar en paz, vivir y que la dejen vivir y brindar con una cerveza bien fría incluso con aquellos que algún día fueron sus peores enemigos.“Con quién le gustaría hacer un brindis de paz? Con la señora Bertha, la que fue muy afectada por El Nogal porque se afectó directamente por nosotros. Ha sanado y ha sanado con el lenguaje, o sea, a mí me parece que las víctimas son las personas más generosas y brindar con ellas que son las directamente afectadas me parece bello”. No es lo mismo ser mamerto o izquierdoso que ser guerrillero y Doris ha sido las dos: mamerta y guerrillera. Militó durante tres décadas en las filas de las FARC, el grupo armado que durante más de 50 años cometió entre muchísimos otros, el atentado del Club del Nogal que dejó un saldo sangriento de 36 muertos y más de 200 heridos.Dice que hoy es otra, después de firmar el Acuerdo de Paz con el que ella y otros 13 mil compañeros suyos dejaron las armas no quiere saber nada de la guerra. “¿Qué es lo más jodido de la guerra? Tener que utilizar las armas para eliminar a tu adversario, tenemos que aprender que si tu piensas de una manera diferente a la mía tenemos que aprender a argumentar, a discutir y a respetarnos así yo sea una mamerta y no te gusten los mamertos”.En la ciudad firmó partes de las milicias urbanas de las FARC, cuidó enfermos organizó, reuniones clandestinas, repartió propaganda, luego en las montañas de Colombia patrulló día y noche, prestó guardia, cocinó para la tropa y cargó orgullosa su fusil y lo disparó como todos sus compañeros. “Para nosotros los que íbamos de la ciudad era muy difícil el monte, yo me pegué mil caídas, las caminadas son muy difíciles, en la noche con equipo, con fusil, con fornitura, a veces cargando ollas, tú llegar de unas caminatas larguísimas y llegar y que te tocara la guardia en plena lluvia, pues eso era jodidísimo”.
Lo que pasó en la Operación Berlín a finales del 2000 y en enero del 2001 es como para helarnos la sangre. La Fuerza Pública desplegó un enorme operativo contra las FARC en las montañas de los Santanderes y 20 años después siguen buscando los muertos y desenterrando la verdad. Murieron cerca de 70 menores de edad, entre los 14 y los 17 años, que la guerrilla usó adelante como carne de cañón. Los Informantes acompañó a los forenses y a los familiares en la dura labor de búsqueda entre las sepulturas y un dolor que no ha sanado todavía.“Encontramos en una bóveda 25 cadáveres y eso hace que la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en los cementerios, no solo en este cementerio, sino en los cementerios en general sea muy compleja. ¿Cómo logramos saber que eran 25? Tal vez eran más, pero al menos la estructura que más se repetía entre todos estos huesos mezclados eran los cráneos y encontramos 25 cráneos diferentes, también encontramos cerca de 23 fémures derechos en esa bóveda, que es una bóveda que tiene 70 cm de ancho por 50 cm de algo, 2,20 metros de honda, pues encontramos 25 cuerpos totalmente mezclados”. Así de monumental y complejo es el trabajo por estos días en el Cementerio Municipal de Bucaramanga donde un grupo de forenses busca ahora sí, una aguja en un pajar.“Estamos hablando que un cuerpo tiene 206 huesos y estamos hablando de 25 estructuras óseas, estamos hablando de más de 4.000 huesos a los que se tendría que hacer genética para tratar de establecer cuáles corresponden a ese individuo que estamos buscando”. La unidad trabaja en algo muy parecido a una misión imposible por el caos acumulado en este cementerio que por décadas recibió cadáveres no identificados. Buscan a las víctimas de Operación Berlín, la mayoría menores de edad abatidos en uno de los episodios más apabullantes de la guerra. La Jurisdicción de Paz y la Comisión de la Verdad rotularon el caso como emblemático por su gravedad. En su rol de comisionado Saúl Franco investigó a profundidad. “Niños de la Columna que querían volarse o que intentaban volarse y la propia guerrilla a los ejecutaba o lo que dijimos por ejemplo de los niños que querían entregarse ya al Ejército y el propio Ejército los ametrallaba, inclusive ya detenido les daban tiros de gracia”.Fue una batalla irracional en la que es difícil determinar quién cometió más abusos contra los menores si las FARC o el Ejército, ni siquiera se sabe con exactitud cuántos murieron. Ahora, 23 años después, en Bucaramanga tratan de hallar fragmentos de niños despedazados. “Esta Operación Berlín muestra una de las caras más degradadas de esta guerra y muestra acciones de degradación muy grande, tanto de parte de la guerrilla como de parte de la Fuerza Pública”. La Comisión de la Verdad tuvo acceso a testimonios y documentos reservados para descubrir la realidad de lo ocurrido.“Menores desertaron y ellos informaron y obviamente en lo que le informaron al Ejército estaba la información de que había una cantidad muy grande de niños, nunca vamos a saber exactamente cuánto, pero realmente la estimación es que al menos la mitad eran niños niñas y adolescentes, o sea, gente menor de 18 años. Realmente, al parecer eran unas 374 personas repartidas en seis compañías de 60 cada uno de ellos y ahí, como te digo, la mayoría eran niños niñas y adolescentes”. En el 2000, en Meta, las FARC crearon una columna móvil que debía desplazarse al Catatumbo para enfrentar la arremetida de los paramilitares, pero resultó que más de la mitad de la columna eran menores sin entrenamiento, experiencia ni dotación para la travesía de muerte que les impusieron.
Si hay alguien en Colombia que haya sufrido y batallado contra el secuestro es Marleny Orjuela, una mujer con tremendo carácter que, en los peores tiempos de la guerra, cuando la guerrilla secuestraba al por mayor, creó Asfamipaz, una organización que está cumpliendo 25 años de activismo contra las inhumanas cadenas del secuestro y que tristemente todavía tiene mucho oficio. La vida por la libertad.Marleny Orjuela tiene agallas y determinación, es una mujer que movida por el dolor del secuestro se empeñó en llegar a lo más profundo de la selva y no solo fue testigo de las jaulas de las FARC, sino que gracias a su valentía el mundo entero supo que el infierno existía. Los Informantes escuchó cómo se enfrentó al Mono Jojoy y a Manuel Marulanda para llevarle a policías y soldados secuestrados un abrazo de libertad y su labor no termina.A raíz de la toma de la base militar de Miraflores Marleny Orjuela empezó su apostolado antisecuestro. Un propósito de vida que ya cumple 25 años. Nada menos. Un cuarto de siglo luchando contra el más abominable crimen de la guerra colombiana. Fueron 26 horas de feroz combate. La guerrilla arrasó y el balance fue tétrico: 35 policías y soldados muertos. Y 129 secuestrados, el primo hermano de Marleny fue uno. Ella decidió buscarlo en la boca del lobo.Eran los años más pavorosos de la guerra. Las FARC estaban envalentonadas con tomas como la de Patascoy, El Billar, Las Delicias, Mitú y Puerto Rico. Tenían en su poder a unos 300 miembros de la fuerza pública. Y serían muchos más. Esta mujer decidió plantarles cara. A las sanguinarias tomas de la guerrilla las familias de los secuestrados respondieron con otro tipo de tomas. Justamente estaban en la Plaza de Bolívar cuando lograron un triunfo inicial: desde lo profundo de la selva salió la primera prueba de supervivencia que el país conocería.Ella siempre dice el término ‘Héroes’ con sarcasmo. Critica que sea un término vacío. Dice que héroes debería significar respeto y derechos efectivos: a vivienda, a educación, a un buen salario, y a salud integral. Marleny considera que ningún gobierno se ha preocupado lo suficiente por los miembros de la fuerza pública.Por muchos años, la lucha de Marleny fue como arar en el mar. La labor fue infructuosa hasta que a las jaulas de la infamia empezaron a llegar también políticos a los que la guerrilla les echaba mano en las llamadas ‘pescas milagrosas’. En 1998 decir las Farc era decir poderío militar, terror y control. Cómo sería que el presidente Andrés Pastrana, con miras a un proceso de paz, les concedió 42.000 kilómetros cuadrados. Un territorio algo más grande que Holanda. Se llamó, la zona de despeje y allí la guerrilla hizo y deshizo allí.Aunque las FARC se reincorporó con el proceso de paz, la misión de Marleny no ha concluido. Ella sigue reclamando a quienes nunca han regresado y haciendo memoria nacional. Resistir, insistir y persistir. Esa ha sido la valiente batalla de Marleny Orjuela contra el secuestro, un valioso legado que el país nunca, jamás, debe olvidar.
En una vereda de Usme hay una nueva disidencia de las FARC, pero al contrario de las otras, no volvieron al monte para empuñar un fusil por las dificultades en la implementación del proceso ni por la gran desilusión con sus excompañeros de armas y con propio partido los comunes. Con víctimas del conflicto, exguerrilleros han preferido hacer el acuerdo a su manera y honrar su promesa de paz con honestidad.Un grupo de exguerilleros frustrados con sus antiguos comandantes, con el partido Comunes y con las dificultades de la implementación de los acuerdos de paz decidieron armar su propia revolución, pero por las buenas. Desilusionados principalmente con sus excompañeros de guerra, partieron cobijas con Timochenko y compañía para cumplir a su manera el Acuerdo de Paz. Los Informantes acompañó a esta nueva disidencia de las antiguas FARC que, alejados de las armas y la politiquería, buscan sembrar verdaderas semillas de paz.José Zamora, también conocido como Jesús Nariño durante su tiempo en las filas de las FARC, es crítico hacia el papel del Partido de los Comunes y los antiguos comandantes del secretariado de la exguerrilla porque, según él, abandonaron a la mayoría de los guerrilleros después de la firma del acuerdo de paz con el Estado colombiano, lo que ha generado una profunda división en la que fuera la guerrilla más antigua del mundo.Rolando Acevedo, más conocido como Octavio durante su participación en la guerra y como miembro de la comandancia del Frente Jacobo Arenas, no se guarda ningún sentimiento hacia los líderes actuales del Partido de los Comunes, a quienes solía recibir órdenes en el monte. Rosa Piedrahita, exguerrillera que no solo depositó su confianza en el proceso de paz sino en sus antiguos comandantes, también ha sido testigo de ese abandono. José Zamora llegó a estar a cargo de la seguridad del comandante del Bloque Oriental, Jorge Briceño, conocido como ‘el Mono Jojoy’. La cárcel lo salvó de caer víctima de un bombardeo. Rosa, aun siendo una niña, ya empuñaba un fusil. Fue el proceso de paz el que no solo permitió que Rosa abandonara las montañas y el fusil, sino que también facilitó que Rolando y José salieran de las cárceles donde cumplían penas por rebelión. En total más de 13 mil combatientes dejaron la guerra.Sin transformaciones y con el sentimiento de abandono por parte del Estado y de su propio partido, unos 5 mil ex guerrilleros volvieron al monte en busca de armas, convirtiéndose en disidentes. Sin embargo, otros, como Rosa, José y Rolando, fundaron su propia disidencia, rebelándose contra sus antiguos comandantes, pero en lugar de empuñar armas, se aferraron a cultivar la tierra.
Un 7 de febrero hace 20 años Bogotá vivió uno de los más horrendos actos terroristas de su historia: las FARC hicieron estallar un carro bomba con 200 kilos de explosivos que dejó 198 heridos y 36 muertos, tres fueron el papá, la mamá y la hermanita de Santiago y María Camila García. Los mellizos de 12 años que sobrevivieron de milagro y que, a pesar de la perdida tan terrible y las heridas, han logrado sanar las cicatrices y hacer las paces con su destino.20 años después, el testimonio de los mellizos, María Camila y Santiago García, refleja su capacidad de resistencia, de supervivencia y de superación. Eran un par de niños felices cuando la vida les estalló en mil pedazos. Con mucho esfuerzo lograron adaptarse al dolor y a su nueva realidad. La bomba de El Nogal no acabó con su espíritu. De eso se trata recordar, de encontrar en un relato la fuerza para superar la tragedia y la intención de que sus voces se multipliquen hasta el infinito y nunca nada igual vuelva a suceder.
Hay veredas de Colombia, apartadas de pueblos y ciudades, que no tienen puesto de salud, una calle pavimentada, una estación de Policía ni mucho menos una escuela. Hasta donde le toque, llega Lina García, una de las decenas de maestros itinerantes que viajan horas e incluso días para dar clase a antiguos guerrilleros y paramilitares que se comprometieron a sacar adelante sus estudios escolares. Salones improvisados, una profesora valiente que se la juega toda por sus alumnos y una tremenda lección.Algunos no sabían leer o escribir, otros no sabían sumar ni restar y la mayoría no sabía que después de tantos años en el monte podían volver a la escuela. Lina García no es una profesora común y corriente. Es una profesora itinerante, pues viaja horas y horas en canoa, en moto, a lomo de mula, en lo que le toque hasta rincones escondidos del país para educar a exguerrilleros y exparamilitares que cambiaron las armas por el colegio. Ya son casi 10 mil los excombatientes que han recibido este tipo de clases y se han graduado ya 350. Los Informantes viajó con la profe al Nudo de Paramillo y aprendió que la letra con pasión y mucho sacrificio claro que entra.
Hace seis años, Yimarly y Cristian, entonces miembros de las FARC, se enamoraron, pero su amor resultó imposible por imposición de sus respectivos comandantes. Ahora, ya integrándose a la sociedad después del acuerdo de paz, ambos excombatientes luchan no solo por hacer realidad su amor, sino por construir una vida juntos, un hogar y una familia. En el camino descubren que sus propósitos no son tan simples. Sus vidas transitan entre el miedo y la esperanza, siempre firmes de no volver a la guerra.
En Colombia siguen reclutando niños para la guerra. Con la firma de los acuerdos de paz con las FARC, había la esperanza de que esta práctica macabra de los grupos armados terminara, pero no. No ha sido así. Con las disidencias y ELN, que nunca ha dejado de reclutar, las cifras se dispararon y son escandalosas. En el norte del Cauca, por ejemplo, se están llevando niños desde los 12 años. Con camuflado y fusil, pero sin ninguna preparación, los mandan al frente de batalla a que les pongan el pecho a las balas. El destino de los niños convertidos en carne de cañón.Al norte del Cauca los acuerdos de paz no llegaron y la guerra no da tregua. Los grupos guerrilleros buscan mano de obra barata e ingenua para que defiendan con su vida su ‘proyecto político’ y el negocio del narcotráfico. Niños embaucados con promesas falsas que se van de sus casas detrás de los cantos de sirena y un supuesto mejor futuro, pero terminan de camuflado cargando un fusil más grande que ellos y en el frente de batalla. Los Informantes fue hasta Toribio, Cauca y visitó hogares rotos. Habló con unos padres desesperados que siguen buscándolos, porque el amor es más fuerte que el miedo.
Demir llega a la mansión y Hunkar lo recibe con emoción. Mientras tanto, Saniye despierta a Gaffur para que atienda al señor Yaman; él se niega a levantarse, explicándole que se siente indispuesto.No te pierdas Tierra Amarga en las tardes de Caracol Televisión o a través de la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos de esta producción a través de Caracol Play.Tierra amarga es una producción turca que evidencia la historia de un amor legendario y prohibido entre Yilmaz y Züleyka, cuyo romance inicia en Estambul en la década de 1970 y continúa en la fértil tierra de Çukurova.
De manera unánime, el Consejo Nacional Electoral revocó la candidatura de Santander Lopesierra, exnarcotraficante conocido bajo el alias de Hombre Marlboro. Él tenía aspiraciones de llegar a la Alcaldía de Maicao, municipio ubicado en La Guajira.Siga en noticiascaracol.com: ¿Quién es el hombre Marlboro y por qué hay revuelo por su candidatura a la alcaldía de Maicao?Y es que desde un principio hubo revuelo político por las aspiraciones que tenía Santander Lopesierra, quien en un momento fue conocido como el zar del contrabando del licor y cigarrillos en la costa Caribe colombiana.Cabe recordar que el pasado 11 de julio de 2023, Santander Lopesierra inscribió su candidatura por firmas a la Alcaldía de Maicao. En medio de aplausos y respaldado por varios simpatizantes, él entregó 63.825 firmas ante la Registraduría municipal de esa ciudad.¿Qué dijeron los analistas sobre sus aspiraciones? “Ningún colombiano que haya sido enviado a prisión en Colombia o en el exterior en relación con el narcotráfico se puede presentar a ninguna elección. La candidatura del hombre Marlboro no se puede presentar, es totalmente ilegal”, aseguró el analista político Pedro Viveros.Santander Lopesierra fue condenado a 18 años de prisión en los Estados Unidos por narcotráfico. Además, estaría involucrado en la presunta entrega de dinero a Nicolás Petro para la campaña Petro presidente.“Esta aspiración política es totalmente inconveniente e inviable, existen impedimentos constitucionales y de orden legal que le impedirían no solo aspirar, sino llegar a posesionarse en este cargo público”, sostuvo el analista político Juan Falkonerth.Esta no sería la primera vez que el hombre Marlboro busca ocupar un cargo político, pues en 1994 fue senador de la República.Temas relacionados: Santander Lopesierra desató polémica tras inscribir candidatura a Alcaldía de Maicao
Silvana y Priscila planean tomar las llaves de la camioneta de Lorenza e irse rumbo a la capital, ¿logran su objetivo?No te pierdas Bella Calamidades en las tardes de Caracol Televisión o en la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos a través de Caracol Play.
Los habitantes de Bucaramanga manifiestan que la movilidad y la seguridad son dos de las problemáticas latentes que más agobian a la ciudadanía. A propósito de las elecciones del 29 de octubre de 2023, el Bus Colombia llegó a la capital de Santander para ver de primera mano la situación real de la ciudad y qué dicen las autoridades al respecto.En temas relacionados: Jóvenes de Bucaramanga hacen llamado al próximo alcalde:"Se están robando el futuro"Metrolínea, un sistema de transporte que prometía ser la solución de los problemas de movilidad de la ciudad, terminó siendo un dolor de cabeza que está a punto de colapsar.Los bumangueses afirman que deben esperar hasta una hora para que pasen los buses y que la debilitación de las líneas hace que tengan que tomar sistemas alternos como carros particulares o mototaxis para completar sus recorridos diarios.Actualmente, Metrolínea solo tiene en funcionamiento 30 buses para movilizar a más de un millón de personas diariamente y muchas de las estaciones se caen a pedazos.Así mismo, la seguridad y el vandalismo también viene exacerbando las problemáticas de la ciudad.Hace unos años, Bucaramanga era considerado por muchos como uno de los mejores lugares para vivir en la Colombia. Sin embargo, la suma de los problemas de movilidad y la violencia ha ido desdibujando ese imaginario.En lo que va del 2023, 8 personas han muerto durante robos.Leyman Surmay, familiar de una de las víctimas mortales, comentó que la vida de su hermana terminó abruptamente en medio de un atraco frente a un centro comercial."En el momento de tirarle el bolso, le hicieron perder el equilibro al vehículo y caer. A pocas horas, el golpe que sufrió le causó la muerte", detalló Surmay.Johana Cárdenas, coordinadora de Bucaramanga cómo vamos, reveló que una de cada dos personas se siente insegura en la ciudad. Así mismo, los hurtos durante los primeros siete meses del 2023, comparados con el mismo periodo del año anterior, aumentaron un 39%.Por ello, las autoridades locales lanzaron un programa que pretende luchar contra la inseguridad.El general (r) Manuel Vásquez, secretario del Interior de Bucaramanga, explicó que una de las estrategias consiste en mostrar imágenes de los delincuentes en barrios y sectores comerciales.Pese a esto, la tasa de denuncias de robo de la ciudad se posicionan como una de las más bajas del país, lo que limita la acción de las autoridades.En otras noticias: Necesidades de Cali desde la visión de los jóvenes: alimentación, seguridad y oportunidades
El doctor Mujica recomienda que Juana y Nacho se dediquen exclusivamente a cuidar a Lorenza, pues desconfía tanto de Silvana como de Priscila.No te pierdas Bella Calamidades en las tardes de Caracol Televisión o en la Señal En Vivo. También puedes revivir los capítulos a través de Caracol Play.