La novena temporada deYo Me Llamo llegó a su fin y con ello los jurados no pueden evitar sentirse conmocionados, pero a la vez agradecidos por todos los momentos que vivieron en esta edición del Templo de la Imitación, en la cual Amparo Grisales y César Escola se reencontraron con Pipe Bueno, algo que los llenó de felicidad durante todo el programa, dado que sintieron que esta oportunidad fue mucho más especial y la sintieron como nunca antes.
'La diva de Colombia' es la primera en hablar sobre qué fue lo que más le gustó de esta edición, destacando que: "creo que fuimos muchas las personas, desde la gente de producción, Caracol Televisión, que le mete toda la ficha a Yo Me Llamo, y lógicamente los participantes, aquellos que se presentaron en esta temporada, todos talentosos, bendecidos y tan mágicos que yo creo que hay que darle todo el crédito a quienes se inscriben y llegan a hacer las audiciones para luego evolucionar hasta esta final maravillosa".
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Con respecto a cómo les fue trabajando juntos, Pipe Bueno recalca que tiene sentimientos encontrados porque se acaba el concurso musical, pero está feliz de haber compartido con sus colegas: "yo viví una experiencia muy distinta a los años anteriores en el sentido de que fue creciendo una amistad que hoy en día está más que forjada. Entender y saber cómo funciona esa mesa, como fluimos, peleamos. De verdad que no me di cuenta cuándo pasaron estos meses".
Para César Escola, la clave del éxito en estos tres expertos en encontrar dobles perfectos es que se conocen y quieren mucho, además de que vibran con todo lo que ocurre en Yo Me Llamo: "mientras que nosotros vivamos la magia, los televidentes la sentirán en la casa".
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Amparo Grisales nos revela qué es lo más difícil de encontrar al mejor imitador, teniendo en cuenta que ella ha hecho parte de todas las temporadas del Templo de la Imitación: "llegamos a la final con muchos participantes que se parecían tanto física como vocalmente. Lo más complicado es el inicio del programa, porque al principio está lleno de contradicciones, pues la gente dice que no se parecen, mientras que nosotros les vemos el potencial".
Por otra parte, Pipe Bueno exalta que más que un significado para él, Yo Me Llamo ha tenido un papel fundamental en Latinoamérica: "Colombia, en mi concepto, se convirtió en el país más importante, es donde la imitación es seria y profesional, por eso es que algunos participantes provienen desde otros países porque esta es la catapulta. Es un programa que cambia vidas y lo hace para bien".
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Ante esto, Amparo Grisales suma que: "yo peleé muchísimo, desde la primera temporada, para que no fuera una parodia, ni algo medio parecido. Yo luché para que fuera el doble exacto y ahí se empezó a perfeccionar todo a nivel físico, vocal y de lenguaje corporal".
Con miras a una próxima temporada, César Escola les manda un mensaje a aquellos que sueñan con ser parte del Templo de la Imitación: "que esta final sea una inspiración, que se preparen y estudien, además, que traten de hacer ese personaje con altura, como lo hicieron nuestros participantes, con respeto por los artistas".
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