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Durante el Foro de Educación 2025, realizado el 22 de octubre, se presentaron los resultados de un sondeo aplicado a 2.180 estudiantes de zonas rurales de 17 departamentos del país. Esto no solo confirma las barreras que enfrentan los jóvenes para permanecer en la escuela, sino que también resalta la urgencia de construir una educación que abrace, motive y sostenga a quienes más la necesitan.
Según la última encuesta, el 13% de los estudiantes rurales en Colombia ha pensado en abandonar el colegio. Detrás de este porcentaje, que puede parecer solo una cifra, se esconden historias de distancia, dificultades económicas, desafíos familiares y un sistema educativo que, a pesar de sus esfuerzos, sigue sin llegar a todos los rincones del país.
Los datos son contundentes: la lejanía del colegio (41%), los problemas económicos y familiares (33%) y las dificultades académicas (21%) encabezan las razones para pensar en la deserción.
A esto se suman situaciones que revelan el peso del entorno en la trayectoria escolar: el 18% de los estudiantes debe trabajar, el 33% falta a clases por enfermedad y el 26% siente que su familia no hace seguimiento a sus tareas. Aun así, la esperanza sigue viva: el 91% cree que estudiar puede abrirles un mejor futuro y el 80% quieren seguir su formación después del bachillerato.
Mira también: El 45% de los estudiantes abandona el colegio. El Foro de Educación 2025 busca soluciones
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Estos datos nos recuerdan que la educación no es solo un asunto de aulas y maestros, sino de comunidades, familias, territorios y oportunidades. "Garantizar trayectorias educativas exitosas exige fortalecer los lazos entre escuela, familia y comunidad", señaló Alfonso Otoya, director de la Fundación Barco.
El Foro también ofreció valiosas perspectivas internacionales y nacionales sobre cómo lograrlo. Robert Balfanz, de la Universidad Johns Hopkins, insistió en que las escuelas deben ser espacios seguros y motivadores; Elaine Allensworth, de la Universidad de Chicago, resaltó la importancia de identificar tempranamente a los estudiantes en riesgo; y Joaquín Walker, del Ministerio de Educación de Chile, recordó que la escuela debe tener sentido para quienes la habitan.
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En el conversatorio final, voces del Observatorio de Realidades Educativas de la Universidad Icesi, la Fundación Ábacos y docentes rurales coincidieron en un diagnóstico preocupante: las tasas de deserción son más altas entre los grados noveno y once, justo antes de ser bachiller.
La Fundación Barco nos invita a entender que la educación es un recorrido colectivo. Un camino que se fortalece con alianzas, confianza y participación. Solo así cada niño, niña y joven encontrará en la escuela un espacio donde valga la pena soñar, aprender y construir futuro.