Este envolvente final de
Inicialmente, las ahora integrantes de Ventino llevaron a juicio a Martina para defender su libertad artística y poder continuar con sus carreras estando lejos de ella y de su empresa, por lo que, aunque les tocó afrontar ciertas pérdidas que le generaron, la jueza dictaminó que las cantantes no deben seguir atadas y que pueden tomar sus propias decisiones con respecto a qué camino tomar en su respectivo proyecto musical.
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Sin embargo, esta no era la gran estocada que quería dar Natalia Afanador, motivo por el cual aprovechó que la productora era parte del jurado del programa 'Los tres sí' para volver al lugar en donde empezó todo y revelar las más grandes verdades de la mujer que se había empeñado en arruinarle la vida.
Luego de que Ventino se presentara de forma impecable en el escenario, donde era invitadas especiales, la joven cantante tomó el micrófono para dirigirse a Martina, a quien le habló llena de odio, pero con la intención de que todo el mundo conociera la realidad de los hechos y cuál era su intención.
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Sin miedo a lo que esta mujer le pudiese hacer, Natalia reveló ante las cámaras y el público asistente que Martina era su madre y que la había dejado abandonada cuando tan solo era una bebé, a su vez, comentó parte de todo el daño que ella le hizo desde que se reencontraron.
A sí mismo, llena de sed de venganza, esta cantante le contó a la productora que Manolo era el verdadero padre de la criatura que estaba esperando. Tras toda esta humillación, Martina llamó al hombre para reclamarle por lo hecho y volverle a recordar sobre el video que tenía de su hermano, no obstante, él le reveló que ya se habían desecho de todas esas falsas pruebas y le exaltó que se arrepiente de haberla conocido y de todo lo que vivieron juntos.
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El broche de oro ocurrió luego del siguiente juicio que afrontó Martina, en el cual Mauricio dio detalles sobre cómo ella había afectado la salud de Amanda y cómo causó su muerte, declaraciones que hicieron que le dictaminaran 28 años de cárcel tan solo por este crimen, aunque iniciaron investigaciones con respecto a los demás hechos por los cuales se le acusaban.
Tiempo después, Natalia quiso ir a prisión para cerrar el doloroso ciclo que vivió con Martina, encuentro en el que le entregó la muñeca con la cual la habían dejado frente a la puerta de la inescrupulosa familia que la tuvo mientras era una niña y le deseó que se pudriese allí. Al salir, Manolo la estaba esperando, con miedo a lo que le hubiese podido pasar adentro.
El final de Ventino, el precio de la gloria, se dio años después y nos mostró: a Natalia y Manolo juntos y con su pequeña hija, a Olga con un nuevo amor, así como su hermana Ana, y con un Jaime a punto de cumplir sus sueños en el fútbol, a un Alex a minutos de pedirle matrimonio a Camila, quien mejoró la relación con sus padres, y a una Makis viviendo con Renato y con un hijo mucho más grande.
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