Para muchas madres en Colombia, la crianza es una tarea solitaria, sin embargo, en Altos de Cazucá, en Soacha, la historia de Geraldine Martínez nos recuerda que cuando existe una red de apoyo, el peso se vuelve más ligero y la esperanza florece.
Geraldine, es una mujer de 30 años que llegó al CDI Apensar de Compensar, buscando un espacio para su hijo Ethan de 4 años.
“Él era muy tímido, no socializaba con otros niños. Acá él ha aprendido a socializar con niños de su edad, más grandes o pequeños”, expresa la madre.
El impacto del CDI no ha sido solo para el niño, Geraldine ha participado en el programa de tejidos, peinados y uñas, además del taller Vincularte. "Ahí nos ayudan y nos dan consejos sobre la crianza de los niños y me ha ayudado a nutrirme como persona, como mamá y como mujer también", destaca.
Los sueños de Navidar llegaron a Ethan y sus compañeros
Este CDI, hace parte de las comunidades beneficiadas de Navidar, una iniciativa a través de la cual alrededor de 1.200 colaboradores de Compensar donan para entregar regalos en esta época especial.
Ethan recibió una tortuga didáctica que ha aportado a su proceso de aprendizaje. Geraldine cuenta que su hijo "estaba muy emocionado" al recibir el regalo y que el juguete "lo ha ayudado a tener más paciencia", mientras identifica figuras geométricas y aprende otras nuevas.
“Me llenó mucho ver a mi niño, cómo ha aprendido, todo el amor que ha recibido. No puedo estar más feliz”, concluye.
Gracias al CDI, Geraldine siente que ella y su hijo han adquirido nuevas herramientas y su testimonio refleja que el bienestar integral es posible en todas las etapas de la vida.