Desde los cuatro años, Julián Caicedo ha tenido contacto con personas ya fallecidas y, según la entrevista, es un don que ha estado presente en su familia por años. Lo heredó de su bisabuela y algunas de sus primas menores también lo tienen.
"Hubo un momento de mi vida en donde me sentí tan mal que pensé que era esquizofrénico y eso me dio mucho miedo", mencionó el actor.
Luego de pasar por psicólogos y psiquiatras entendió que no estaba loco, sino que simplemente podía ver más allá y que era algo que debía aprender a manejar debido a que esos eventos le pueden pasar en cualquier momento: en su casa, de fiesta e incluso, hasta trabajando.
Asimismo, Julian señaló que cuando se siente muy afectado prende una vela, un palo santo, una fuente de agua y medita, pues según él, las entidades de energía pesada no pueden con el incienso y los sonidos. Sabe que cuando está de baja nota o deprimido es cuando más le pasa, pero la música y el trabajo le han ayudado a estar arriba.
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