Con frecuencia, los tutores de las mascotas suelen prestar más atención al estado físico, la alimentación y hasta las garrapatas, pero son pocas las veces en que se preocupan por su salud dental, sobre todo, en poner en práctica algunas recomendaciones para convertir la práctica en un encuentro amigable. Por eso, aquí encontrarás algunos tips para cepillar los dientes de los perros y no morir en el intento.
- Enseñarlos a cepillar los sientes a temprana edad
Lo ideal es crear este hábito en los animales cuando son jóvenes para que en la adultez sea mucho más fácil el proceso. Para que logren adaptarse, intenta presentarles paulatinamente los elementos que vas a utilizar durante el cepillado. Primero, déjale saber cómo es el sabor de la crema dental y luego permítele interactuar con el cepillo para que se familiarice con la textura.
- Cepilla los dientes con regularidad
El proceso para mudar los dientes oscila entre las 3 primeras semanas de nacido y los 6 o 7 meses, de manera que debes empezar a crear una buena rutina de higiene oral. Lo recomendable es cepillar todos los días sus dientes; sin embargo, como es un trabajo que requiere de tiempo y dedicación, puedes reducir su frecuencia a 3 veces por semana.
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- Puedes usas elementos recreativos
Los huesos recreativos que están hechos a base del fémur de vaca suelen ser una buena alternativa, ya que les permite entretenerse al mismo tiempo que logran cepillar naturalmente sus dientes. Este elemento puede ser cambiado una o dos veces al mes porque suelen desgastarse con frecuencia.
- ¡Toma nota! Ayúdalos cuando estén mudando de dientes
Si tu mascota está atravesando por el proceso de mudar sus dientes y quieres ayudarlo, lo que tienes que hacer es darle paletas, hielos o, en su defecto, puedes mojar una toallita y congelarla para que se refresquen sus encías.
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- Descubre qué problemas pueden tener por no llevar una buena higiene bucal
Comer mucho concentrado y no tener una buena higiene bucal puede generar con el tiempo la formación de sarro que se va acumulando cada vez más en diferentes zonas. Si la situación llega a agravarse, puede ocurrir que esta sustancia se acumula en las encías y llega a afectar la salud animal.
Con información de: Daniela Bedoya, creadora del proyecto digital Orejas y Narices.