Antes de salir al escenario, esta participante confiesa que se siente muy feliz y que ve esto como una nueva oportunidad que le da la vida para salir adelante con su sueño en la música.
Así mismo, cuenta que viene de una tierra muy talentosa en donde se canta hasta en el río mientras se está lavando la ropa, algo que la llevó a criarse escuchando a su mamá cantar rancheras y baladas, no obstante, confiesa que su madre casi no les inculcó los ritmos tradicionales del Pacífico.
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Es por ello que en esa búsqueda de sí misma encontró estos sonidos con los que se aferra a sus raíces, por lo que al mismo tiempo inició su lucha por definir aquello que la hacía especial y comprender la magia de la interpretación.
Frente a esto, la mentora le confiesa que para ella son mejores los buenos intérpretes que los buenos cantantes, a quienes admira por su técnica, pues está convencida que escuchar a quienes transmiten sentimientos no tiene precio.
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La dificultad de esta Prueba está en demostrarle a Marbelle que merece un cupo definitivo en su equipo y que tiene todo lo que su Selección necesita para estar en el Campamento Musical. Por eso, la canción que va a interpretar hace alusión a la irreverencia y la sensualidad que en una época no era tan concebida para las mujeres.
Por otra parte, la mentora hace énfasis en que nunca ha cantado este tema musical, algo que también representa un reto para ella, pues quiere apoyar a su pupila para que brille en este show tan importante para ella y su continuidad en la competencia.
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