"El taller del pelo no es una peluquería convencional, es una peluquería emocional", así lo describe Eddy, una de sus artistas originaria de Venezuela, quien es enemiga de las tendencias y de copiar looks de revistas, pues se centra en las emociones de sus clientes y se deja llevar por ellas para trabajar en sus cabezas.
Este lugar ubicado cerca de la Zona T en Bogotá es bastante original, no solo por su escenografía, realizada en su gran mayoría por elementos reciclables, sino por quienes la visitan.
No es normal que alguien pase por el frente de El taller del pelo y entre a realizarse un cepillado, aunque el que quiera hacerlo es bienvenido. Es un lugar diseñado para looks arriesgados, los colores neón, resaltar afros y hacerse cortes no convencionales.
Sus artistas tienen capacitaciones semanales en el “taller”, un lugar donde pintan, hacen lámparas, diseñan las representativas pelucas que adornan la peluquería y se dejan llevar por su creatividad, esa misma que irá a parar en el pelo de sus clientes.
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El taller del pelo es bastante llamativo visualmente. Sus murales, casetes, subterráneos pintados en las paredes, calaveras, pelucas llenas de color y objetos reciclables, hacen que sea un espacio único, lleno de vida e inspirador para todo aquel que quiera arriesgarse con su estilo.
Por: Carolina Vergara.
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