Alejo está seguro de que Gustavo podrá descubrir qué fue lo que en realidad pasó con Godines, el paciente por el que Majo podría meter en problemas a Eli, pero no pensó que enviar a su amigo a Barranquilla se convertiría en una prueba de supervivencia para él.
Los moscos, el clima, las amenazas de Bony y los celos de Teo han martirizado por completo al cachaco. Sin embargo, estar cerca de Lorna le brinda a Gustavo la esperanza de sobrevivir en la costa.