Aunque con sus palabras ayudó a convencer a Beatriz de irse a vivir a Barranquilla, Julio se hunde en la tristeza y el dolor por su ausencia, no imagina una vida donde ella este lejos de él y empieza a tomar alcohol para ahogar sus penas.
María José vuelve de sorpresa a Bogotá y encuentra a su papá borracho en la clínica sufriendo por la mamá de Alejandro. Julio le pide que no lo recrimine pero quiere ser un hombre diferente y que si ella se va a quedar en Bogotá, él se irá a vivir a Barranquilla para dirigir la clínica y estar cerca de Beatriz.