Los esfuerzos de Mónica Machado por lograr que se haga la paz en la cárcel al fin dan resultados, pues Mahecha y Galeno ceden ante sus ofrecimientos y los de Clemente, y así todos salen beneficiados de esta tregua que se celebra en un evento en la cárcel ante los medios de comunicación.
Así las cosas, Clemente asegura su puesto como director, J.J. es trasladado nuevamente a la cárcel Capital y la abogada acepta volver a representar a Urrego. Ahora, con este tratado de paz, los internos pueden montar y manejar sus propios negocios, logrando rebajas en sus condenas de acuerdo a las horas diarias de trabajo.