Brryan Jackson nació en Misuri,Estados Unidos , fruto de una relación de dos estudiantes de medicina. Sus padres, Jennifer y Bryan Stewart, se conocieron en 1990 y luego de unos meses, la mujer quedó embarazada.
Bryan empezó a comportarse de una manera violenta y decidió no mantener económicamente a su hijo, entonces Jennifer se separó. Cuando esto sucedió Bryan le dijo a la mujer: “Tu hijo no vivirá más de cinco años”, luego el hombre se fue y la relación terminó en 1992.
Cuando Brryan tenía 11 meses de nacido, le dio un ataque de asma que hizo que terminara en el hospital. Jennifer pensó que sería de ayuda contarle al padre del niño, aunque no sabía cuáles eran las intenciones del hombre, pues Bryan llegó a donde su hijo y mientras la madre del menor se fue a la cafetería este sacó una jeringa que contenía sangre con VIH y se la inyectó en el brazo al niño.
Tiempo después, el menor empezó a tener fiebre alta, dolores de cabeza intensos y a sentirse muy agotado; durante cuatro años, Jennifer llevó a su hijo a muchos especialistas pero nadie entendía que le sucedía.
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Cuando tenía cinco años tuvo una decaída muy fuerte y una enfermera decidió hacerle una prueba de VIH, esta salió positiva y la vida de Jackson cambió drásticamente, pues en esa época, tener una enfermedad como esta, era sinónimo de ser rechazado en la sociedad.
Después de los líos legales de sus padres, las autoridades empezaron a sospechar por la enfermedad del niño, pues no habían contagios en su círculo y decidieron abrir una investigación.
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No hallaron sospechosos frente a la situación, pues el único era el padre que en esos momentos trabajaba tomando muestras de sangre y por esta razon fue acusado.
En 1998, este caso llegó a los tribunales y meses después Bryan Stweart fue encontrado culpable por el delito de "agresión en primer grado" ya que cuando le inyectó a su hijo, lo hizo con sevicia y la sentencia fue de cadena perpetua.
En la actualidad, el hombre se encuentra preso y Brryan decidió cambiar su apellido por el de su madre y agregarle una r a su nombre, por eso ya no se llama Bryan Stweart sino Brryan Jackson y se desvinculó totalmente de quién era su padre.
A pesar de tener VIH, para el niño de cinco años que ahora es un hombre de treinta, esto no ha sido un impedimento pues tiene su propia marca de ropa llamada 'Hope' y da charlas sobre motivación para que las personas se den cuenta que no todo está perdido, pues a este hombre solo le dieron cinco años de vida como máximo y ahora se encuentra trabajando y llevando una vida como la de cualquier persona.
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