Lo que empezó como una actividad para compartir con un grupo de amigas de la universidad, hoy es un infaltable en la vida de Paola Martínez, quien junto a su grupo de compañeros voluntarios recientemente participó en la Olimpiada de la Esperanza Fides Compensar.
Esta pedagoga infantil de 27 años que, desde hace 7, siente como suyas las olimpiadas y realiza acciones que la llenan de orgullo como voluntaria asegura: "Lo que nos motiva a la gran mayoría de voluntariados, es el poder hacer algo por alguien más, que es sembrar un pedacito de uno mismo en otros, y pertenecer a un equipo tan grande y bonito".
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Aproximadamente 300 voluntarios han brindado el acompañamiento y soporte técnico, logístico y operativo necesario para llevar a cabo el evento que reunió del 24 al 27 de mayo a más de 600 deportistas con discapacidad cognitiva, quienes participaron en cinco disciplinas, entre ellas natación y fútbol; poniendo a prueba sus habilidades y conocimientos dentro del campo.
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En esta edición deportiva que regresa a la presencialidad, Paola expresa orgullosamente que se encuentra encabezando el comité de secretaría técnica, lo que significa que está a cargo de todo en general: los deportes, inscripciones, entrenadores, y deportistas.
Así como Paola, quien hoy pertenece a nuestras