Los chicos de One Direction se van de boda

Aunque su imagen desenfadada y juvenil es uno de sus grandes sellos de identidad, los componentes del quinteto One Direction no dudaron en enfundarse sus mejores galas para acudir a la boda de la madre de Louis Tomlinson, Johannah Poulston, un evento celebrado este domingo en Mánchester con la única ausencia del guapo Zayn Malik.

Poniendo una vez más de manifiesto ese espíritu fraternal del que siempre han presumido, los famosos artistas británicos tampoco quisieron que sus respectivas parejas se perdieran tan importante acontecimiento. De hecho, la novia de Louis, Eleanor Calder, fue la encargada de ayudar a la novia a prepararse para su gran día en su papel de dama de honor, para el que lució un bonito vestido plateado que combinaba a la perfección con el traje azul de su chico.

La nota discordante llegó de la mano del siempre irreverente Harry Styles, quien prefirió mantenerse fiel a su estilo roquero con un llamativo traje negro y una camisa desabotonada, un detalle que le permitía presumir de los numerosos tatuajes de su pecho, pese a que los diseños acabaron relegados a un segundo plano gracias al ostentoso sombrero y al pañuelo negro con el que terminó de adornarse. Su fijación por su apariencia llegó a tal punto, que Harry no se separó ni un momento de la estilista del grupo, Lou Teasdale, una de las invitadas al enlace que hizo las delicias de las seguidoras de One Direction publicando varias fotografías de la jornada en su perfil de Instagram.

Tanto Liam Payne como Niall Horan prefirieron ceñirse a la estricta etiqueta inglesa que define este tipo de ceremonias, en el caso de Liam con un traje de tres piezas y una camisa blanca que ofrecía un punto de contraste en comparación con el ajustado vestido negro de su novia, Sophia Smith. Pero Niall tampoco se quedó atrás en elegancia gracias a su camisa de rayas y a su atrevida corbata verde, un atuendo que, sin embargo, no le impidió divertirse al máximo durante toda la celebración, animándose incluso a jugar un improvisado partido de croquet con Liam.