La actriz y modelo Elizabeth Loaiza atraviesa por un momento de profundo dolor tras la muerte de su padre, Javier Loaiza, quien falleció a finales de junio luego de ser hospitalizado de emergencia por un hematoma cerebral. Aunque han pasado algunos días desde su partida, Elizabeth asegura que la muerte de su padre pudo evitarse y no descarta tomar acciones legales contra la clínica que lo atendió inicialmente.
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Según relata la actriz, Javier Loaiza sufre desde hace años una fuerte adicción al alcohol etílico y a las drogas, ya que, según ella, el trago normal ya no le hacía nada. Ambos tuvieron un encuentro entre padre e hija poco antes del trágico desenlace. Elizabeth viajó a Cali para asistir al evento Cali Distrito Moda cuando recibió una llamada de su padre, quien le pidió verse.
Poco después, la esposa de su padre se comunicó con Elizabeth para contarle que Javier había sufrido una caída en el baño. Según le explicó, estaba "chorreando sangre" y se encontraban rumbo a una clínica en una ambulancia. Elizabeth llegó rápidamente al centro médico y se encontró con una escena angustiante: su padre estaba en la sala de reanimación, intubado, inconsciente, y no respondía a los estímulos.
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Los médicos lo trasladaron a la Unidad de Cuidados Intensivos y le informaron que tiene un hematoma grande en el lado derecho del cerebro. En un momento, Javier le apretó la mano a su hija, pero los médicos le aseguran que es solo un reflejo involuntario.
Inconforme con el diagnóstico y la atención médica recibida, Elizabeth decidió buscar una segunda opinión. Ella misma asumió todos los costos y trasladó a su padre a otra clínica en busca de una mejor atención. A pesar de sus esfuerzos, el señor Loaiza fallece poco después.
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Elizabeth expresa su dolor, pero también su indignación. Asegura que su padre pudo haber tenido otra oportunidad si hubiera recibido una atención adecuada desde el inicio. Por esa razón, evalúa emprender acciones legales contra la primera clínica que lo atendió, al considerar que hubo negligencia médica.
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