La postura del director Guillermo del Toro respecto al consumo y tráfico de drogas no deja lugar a segundas interpretaciones: desde su punto de vista, consumir sustancias ilegales equivale a acabar con la vida de otra persona de manera consciente y premeditada.
"Para mantener una adicción están matando gente, desde Sudamérica hasta Norteamérica. Cada vez que alguien consume droga, es lo mismo que tener un arma. Están matando a alguien, punto", declaró el cineasta al portal The Daily Beast.
Por eso, Guillermo considera su responsabilidad hablar sobre la dura situación que atraviesa su país natal por culpa del narcotráfico siempre que tiene oportunidad.
"Creo que tenemos que tomarnos muy en serio nuestra responsabilidad de seguir hablando sobre la situación en México, no solo cuando vamos allí, sino también cuando estamos aquí, en Estados Unidos. Es algo muy urgente debido a la descomposición social de nuestro país por culpa del tráfico de drogas. Lo más trágico es que incluso las drogas de uso recreativo pueden provocar un efecto goteo y destruir un país", añadió.
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Otra de las grandes preocupaciones del director a nivel social es la discriminación contra las mujeres, especialmente como padre de dos hijas, por eso él siempre intenta huir del arquetipo de mujer en apuros que acaba siendo salvada por el héroe en sus películas, tal y como ha hecho en 'Crimson Peak'.
"Se está desarrollando una guerra secreta de géneros en el mundo, y para mí es muy importante escribir papeles femeninos sustanciales para las actrices, que no cuentan con demasiados. Para mí, era muy importante realizar una película en la que la damisela en apuros acaba pateando unos cuantos cu*os. La mayoría de los cuentos de hadas acaban con una boda, que es el final de todos los males. En mi película, el terror comienza con el matrimonio".
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Por: Bang Showbiz