Es una mujer popular que se siente orgullosa de serlo. Optimista y resiliente, nunca pierde la esperanza. A los 12 años, su madre la abandonó, y a pesar de su simpatía, ha lidiado con dislalia, un trastorno que afecta su pronunciación y le ha traído rechazos. Decidida a defender a quienes enfrentan problemas de comunicación y discriminación, utiliza sus redes sociales para abogar por la igualdad de oportunidades.
Salvador es la personificación de la elegancia y un diplomático nato. Siempre impecable en su vocabulario, trabajaba en Miami en la exitosa empresa de su novia, Avril. La muerte de su padre lo obliga a regresar al país, donde descubre secretos familiares y la crisis que enfrenta la cadena de pizzerías Sarabia. Aldo, el mayor acreedor, prácticamente se queda con todo. Su padre, resistente a las nuevas tecnologías, permitió que el negocio se rezagara y por eso Salvador asume el reto de recuperar el legado familiar. Con un viejo local en un barrio popular, decide reconstruir la marca y competir en el mercado de comidas rápidas. Con la ayuda de Kike, su amigo de infancia remodela la sucursal para un relanzamiento. A pesar de los escasos recursos, está decidido a hacer lo necesario para sacar adelante su emprendimiento. Para reinventarse, debe incursionar en el mundo digital. La oportunidad llega cuando conoce a Maritza, una simpática influencer que le da el impulso que necesita.
Avril es una mujer hermosa, elegante, ambiciosa, orgullosa, posesiva, clasista y multimillonaria. Su forma de hablar es particular, mezclando inglés y español. Lo ha tenido prácticamente todo en la vida sin esfuerzo, por lo que no sabe cómo manejar las pérdidas; nunca ha tenido que levantarse porque nunca se ha caído. Es visceral tanto en el odio como en el amor. Al inicio, es novia de Salvador, con quien comparte un apartamento en Miami. No soportaría perderlo, y mucho menos a manos de una mujer como Maritza, a quien considera insignificante.
Germán Hincapié uede ser diplomático y encantador cuando lo desea, especialmente cuando lo necesita; sin embargo, en realidad es traicionero y manipulador. Su escasa ética y principios lo convierten en un enemigo implacable. No le importa hacer lo que sea para conseguir seguidores, ya que solo tiene un objetivo en la vida: ganar dinero y ser famoso.
Aldo Suárez es un elegante ejecutivo dueño de una inmensa fortuna, fruto de las múltiples empresas que ha logrado apropiarse mediante métodos ilícitos. Su imponente presencia, extraordinarios modales y su impecable forma de vestir le confieren un estatus de modelo a seguir para cualquier mortal. Por ambición, es capaz de traicionar incluso a sus mejores amigos, entre los que se contaba Miguel, el padre de Salvador. No dudó en engañarlo aprovechándose de Teresa, la esposa de Miguel, a quien enamoró con el único fin de lograr sus objetivos.
Teresa de Sarabia es la madre de Salvador, una mujer de impecables modales y buenas maneras que oculta muchas insatisfacciones. Se casó muy joven con Miguel Sarabia, lo que le impidió vivir plenamente. Con el paso de los años, cometió el error de involucrarse con Aldo, de quien llegó a enamorarse sinceramente. Siempre ha sido una mujer imponente y elegante, por lo que considera que Maritza no es la mujer adecuada para su hijo. Su principal preocupación es el regreso de su hijo, ya que tiene muchos secretos que ocultar.
Es el padre de Maritza. Durante toda su vida se ha dedicado a vender seguros de la vieja usanza, como visitador, con maletín y formularios en papel, viajando en autobús y a pie. Así ha intentado sostener a su familia, compuesta por Yesenia y sus tres hijos: Castor, Polo y María Isabel, Maritza. Aunque es responsable y trabajador, Nibardo no ha tenido mucho éxito. Además, es un poco inseguro, y a menudo le cuesta tomar decisiones para evitar conflictos. Por esta razón, flaquea ante sus hijos cuando debe ejercer autoridad, delegando esas funciones en su pareja.
Fabricio es el mejor amigo de Maritza. Es su confidente, su paño de lágrimas y también el amigo que la aterriza y reprende cuando es necesario. Es leal hasta la muerte con sus amigos y con todos en general. Aunque a veces le cuesta mantener la boca cerrada, no lo hace con mala intención. Es homosexual; algunas de sus actitudes, bastante sutiles, lo delatan, aunque no es algo de lo que se avergüence, a pesar de haber sido rechazado por su propia familia. Desde entonces, ha tenido que defenderse con los trabajos que consigue para sobrevivir. Asume con ironía sus desventuras y se esfuerza por ser responsable con las oportunidades que se le presentan.