El subdirector de Fundación Paz y Reconciliación detalla que “en 2018, el ELN perpetró 326 acciones armadas frente a un año normal de las FARC en el que había unas dos mil, y no considera que esto vaya a crecer”.
“Hay dos cosas muy importantes: primero se despeja la duda, segundo le da legitimidad a la decisión del presidente de reactivar las órdenes de captura”, continúa Ávila.
Néstor Rosania, director Centro de Estudios en Seguridad y Paz, dice, por su parte “el ELN sigue priorizando la agenda militar sobre la agenda política y no ha entendido la dinámica del país, sepultándose en términos políticos”
Ambos coinciden en que la puerta de la negociación se ha cerrado tras este atentado terrorista por unos dos o tres años, salvo ocurra una gran fractura al seno del ELN.
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