Los personajes de MOOD - baila hasta que te mueras o la imposibilidad de explicar un crimen.... viven sus vidas sin sentido aparente, como en una danza eterna de dolor y ausencia. Seres que han sido excluidos de cualquier posibilidad de elegir y se ven sometidos al poder de fuerzas invisibles que determinan el rumbo de sus vidas.
Autómatas del consumo y el uso, subyugados ya no por un Dios omnipotente y caprichoso encumbrado en los cielos, sino por una camarilla de Mefistófeles contemporáneos que habitan las oficinas de las grandes corporaciones y los entes globalizados.
El éxito de la empresa (mecánicas, somáticas y narrativas) que presentan el movimiento hermoso y catastrófico para su propia decadencia, llevadas, por su impulso inérsico de modificación y actualización constante.
Como táctica narrativa MOOD explora en la forma musical MUZAK, música “ambiental” producida para restaurantes, tiendas y oficinas.
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En MOOD, los cuerpos de los bailarines y actores, la música, algunas máquinas, y la composición dramática y sus múltiples formas de representación, habitan el territorio escénico de una maratón de la decepción. Cuerpos narrativos en un constante movimiento que progresa, mientras AGUANTAN, hacia la autodestrucción.
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