Gustavo y Julio se han dado cuenta que la vida de Renata no es tan fácil como todos lo creerían, es una joven que necesita protección debido al acoso diario que recibe por parte de un exnovio que ‘no ha podido superar que ya no están juntos’.
Como parte de su ayuda, Julio le ofrece su casa para que esté segura del acosador. En medio de la cena, la costeña recibe una llamada que pone en duda todo lo que ella ha dicho, al parecer ella no es tan santa y tan víctima como aparenta.