Omar Terán fue puesto en Los Pinos, la residencia y despacho de la Presidencia de México, gracias a las maniobras de Ramiro Silva y Eva Ernestina Gallardo, dos aliados políticos de Aurelio Casillas. Sin reponerse de la trágica muerte de Leonor Ballesteros, la cual terminó llevándolo a la silla presidencial, Terán decreta el fin de la guerra en contra de los carteles de la droga emprendida por su antecesor.
El nuevo Presidente debe alternar las labores de palacio y sus nexos con el narcotráfico con la búsqueda del asesino de su esposa, con su relación con Rutila y con el matrimonio con Paloma, la modelo escogida para interpretar el rol de Primera Dama.