Josefita está bastante temerosa con lo que les pueda pasar a Miguel y a Tiburcio, por lo que llama al Capitán Silva para que logre capturarlos mientras los dos jóvenes se encuentran con ellos para darles el dinero.
Allí cae nuevamente Harold, aquel hombre al que Gertrudis le había pagado para encontrar a Armida. Él habla con los policías y acepta que sí recibió el dinero, pero que él no extorsionó a Felicito sino que se aprovechó de las circunstancias para quitarle más dinero.