La propuesta de Armida llega en el momento justo para que Tiburcio abandone Girardot y así Albeiro no pueda volver a encontrarlo. Esta idea de convertirse en el presidente lo entusiasma y no puede creer que esté viviendo toda esta experiencia.
Su llegada a Bogotá deja con la boca abierta a más de una con su indudable presencia y hasta Magdalena queda encantada con su mirada.