Moncho quiere todo menos perder la apuesta con Bárbara, se niega rotundamente a vestir la camiseta de los cardenales y celebrar sus goles. Por lo que decide estudiar a fondo a los cachachos para poder convertirse en uno.
Alejandro trata de convencerlo de que pare con ese ejercicio, pero lo ve tan convencido que se vuelve su profesor. Le enseña la manera correcta de caminar, vestir, hablar y el sin fin de cosas que caracteriza a los rolos.