La expareja se pone una cita para hablar, la cachaca ofrece su casa y tienen una conversación que deja muy consternado a Alejandro. No puede creer como su ‘ratona’ lo engañó por tanto tiempo, ella asegura que nunca lo amó.
No obstante, queda muy tranquilo, ya nada le impide gritar a los cuatro vientos que el amor de su vida es Eli y que ya tienen una relación formal.