A pesar de que Rutila sospecha de las verdaderas intenciones de Ernesto, no puede aguantar más sus detalles y palabras de amor y termina entregándose a él una vez más a espaldas de Ximena.
Para intentar convencer a Rutila de su sinceridad, Ernesto le da dinero para que construyan una casa e irse los dos a vivir juntos, la hija de Casillas, incrédula, intenta entender las acciones de su enamorado.