Después de semanas de ensayo, talento, caracterización y presentaciones memorables sobre el escenario de Yo Me Llamo, los imitadores bajaron los micrófonos y dejaron que la diversión fluyera.
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Los trajes de gala, reflectores y nervios quedaron a un lado. Los participantes disfrutaron de un espacio de relajación, aprovechando que en esta ocasión no eran ellos los protagonistas.
Entre poses y muchas risas, los imitadores le sacaron el máximo provecho a la cámara del OPPO Reno 13, el dispositivo inteligente encargado de registrar los momentos más divertidos del reality. Gracias a su resistencia al agua por hasta 30 minutos a 2 metros de profundidad, los artistas pudieron capturar recuerdos de esta experiencia en máxima resolución.
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Como todo lo bueno merece ser compartido, Armonio apareció en el Templo de la Imitación para mostrarle a los exigentes jurados las creativas fotografías tomadas por los artistas. Aurelio Cheveroni aprovechó la oportunidad para demostrarle al público, muy a su estilo, cuán resistente es su celular.
La noche cerró con broche de oro, pues los imitadores recibieron una excelente noticia. Como premio por haber llegado tan lejos en la competencia, recibieron su propio OPPO Reno 13 para seguir atesorando momentos.
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