Fueron dos años, lo que la familia duró criando al oso como una ‘mascota’ hasta que la dueña notó que no se trataba de un pequeño cachorro, sino que era un oso que está en peligro de extinción.
El oso que con el pasar del tiempo iba aumentando su tamaño con un metro de alto y 200 kilos, fue la razón por la que la familia decidió acudir a la Policia Forestal de la provincia de Yunnan para que quedará en mejores manos.
El Centro de Rescate, entidad encargada del cuidado de la vida silvestre, aseguró que el oso no tenía lesiones ni problemas de salud. En China, este animal es objeto de tráfico ilegal por parte de los contrabandistas que utilizan su cuerpo para fabricar alimentos.
El video se hizo viral en YouTube por la 'pequeña' confusión familiar.
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