De acuerdo con la cadena Fox News, este increíble suceso se presentó en la playa de Racine, en el estado Wisconsin. Todo empezó cuando Jimmy Senda, un artista de 47 años, decidió salir a buscar pedazos de vidrio para utilizarlos en sus esculturas, pero no imaginó lo que encontraría.
Mientras estaba caminando en la arena, se percató de algo extraño, pues las olas habían arrastrado hasta la orilla un luminoso paquete amarrado con una banda elástica color rosa. Este hombre no aguantó la curiosidad, así que retiró el papel aluminio para descubrir qué había dentro. Senda se llevó una gran sorpresa al ver el contenido.
En una entrevista con Fox, el artista aseguró que a primera vista creyó que se trataba de una pechuga de pollo; sin embargo, luego de mirar detalladamente el objeto encontró su verdadera forma y supo que era nada más y nada menos que ¡un cerebro!
Atónito por el hallazgo, este hombre comentó la situación con la policía, los uniformados acudieron a su llamado y coincidieron con su versión; sin embargo, el encargado de dar la última palabra fue un médico forense. En efecto, el objeto encontrado es un cerebro pero no humano, hasta el momento no se conoce con precisión el tipo de animal al que pertenece.
Publicidad
Publicidad