Desde muy joven, Makis sabía que lo suyo era el canto, siempre ha sido una joven extrovertida y carismática que bailaba y cantaba. Su familia no la tomó en serio hasta que empezó a presentarse con la orquesta del pueblo. Antes de hacer realidad sus sueños llegó a su vida Miguel a quien conoció cuando él llegó a la ciudad y se enamoraron de inmediato. Ella sintió que era el hombre de su vida y por eso, cuando quedó embarazada, vio esto como la confirmación de su amor.
El padre de Makis se ofreció a cuidar del niño siempre y cuando su hija siguiera adelante con sus estudios. Miguel se opuso y decidió, tan pronto nació el niño, llevársela a vivir a Bogotá haciendo esfuerzos para sobrevivir. Por su parte, Makis, quiere ser cantante, pero con el niño, aún no puede trabajar. Vive esperando que Simón crezca para retomar su carrera como cantante y buscando reinventarse como artista graba unos videos caseros y los cuelga en sus redes sociales, videos que llegan a las manos de Martina y es llamada para que presente audición para ser integrante de un grupo musical que está conformando.
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