La llegada del COVID-19 le ha dado un giro enorme a nuestras vidas. Por lo tanto, no es de extrañar que también haya influido en las relaciones de pareja. Muchas personas han manifestado que convivir tanto tiempo juntos o compartir el mismo espacio durante largas jornadas, ha llegado a ser perjudicial para su relación y en especial para su intimidad.
Un estudio realizado por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana reveló que el 44% de los encuestados tuvieron una disminución en la calidad de su vida sexual. El 30% informó una reducción en sus romances, mientras que un 14% dijo que su vida sexual había mejorado.
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Adriana Betancourt, esposa, manager e influencer, se ubicó en ese 44% y cuenta que, el encierro le jugó una mala pasada en su relación sin importar los años que ya llevaban juntos.
“Primero tomé el control de mis pensamientos y evité que mi mente se enfocara en los problemas y se interpusiera en mi vida sexual. Luego puse el sexo en el calendario, creo que no necesariamente debemos ser espontáneos. Por último, busqué alternativas y exploré las tiendas eróticas online", aseguró.
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Ponerle “picante” a su relación y no tenerle miedo a explorar ayudó a que Adriana recuperara la confianza. Ahora hace un llamado a las mujeres a que se sientan empoderadas y no le tengan miedo a los cambios.