No importa si son políticos, cantantes, actores o deportistas, siempre es importante tener claro de lo que se va a hablar. Pero ellos, sin pensarlo, se apoderaron de los micrófonos y cometieron varios errores que pasarán a la historia, no por su capacidad reflexiva o intelectual, sino por la gracia que causaron al mundo.
Si tuvieran la oportunidad de reivindicarse, seguramente, organizarían mejor sus ideas para que sus palabras no les hubieran hecho pasar el oso que pasaron.