Julián es hijo de José María Montenegro que fue criado por la milicia. Desde pequeño, por la constante ausencia de su padre al participar en campañas militares, vivió con su familia materna que lo enlistó en el ejército, con el beneplácito de su padre, a los 14 años. Desde entonces, ha sido un brillante oficial del Ejército Español, que tiene que demostrar constantemente su valentía, ya que la sombra de la leyenda de su padre hace suponer a los demás militares que su carrera se debe más a influencias familiares que a su propio mérito, cosa que desvirtúa a la primera oportunidad.
Sin embargo, tanta vida militar no le ha dejado espacio para establecerse con ninguna mujer, pese a estar comprometido por arreglo familiar con una burguesa sevillana. Julián quiere demostrarle a su padre que está a su altura y que puede convertirse en su heredero. Para esto, José María lo está entrenando en tácticas de guerra y combate con el enemigo. En especial, Julián tiene problemas por haber investigado en Manila un caso de corrupción entre oficiales del Ejército Español, razón por la que su padre tuvo que intervenir con el fin de evitar que lo mataran.
Al descubrir el pasado de su padre y la relación con Las Villamizar, busca pruebas para detenerlo y que se haga justicia, muy a su pesar.