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La hija de Demi Moore y Bruce Willis, Scout Willis (24), celebró su cumpleaños el pasado martes junto a la experta en moda Jenné Lombardo en el bar La Caverna de Nueva York, donde la principal atracción de la noche fue la posibilidad que tuvieron los invitados de hacerse un tatuaje completamente gratis.
Según relata el New York Post, Jenné estuvo ofreciendo a la gente "25 dólares y un beso" a cambio de que se tatuaran su nombre de manera permanente.
"Tres personas acabaron con el nombre de Jenné. Todo el mundo se tatuó algo", explicaba uno de los asistentes.
Scout estuvo acompañada de sus hermanas Rumer (26) y Tallulah (21), además de una extensa lista de invitados, donde no faltaron las modelos Cara Delevingne, Lily Donaldson, Jacquelyn Jablonski y Stella Maxwell; aunque no se sabe si ellas o las hermanas Willis optaron por dibujarse algo en la piel.
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A quien no se vio fue a Demi Moore, quien quizá está todavía digiriendo el susto de saber que un hombre murió ahogado en la piscina de su casa de Beverly Hills. Ni Demi ni sus hijas se encontraban en la casa cuando el cuerpo de Edenilson Steven Valle (21) fue descubierto flotando en la piscina durante el fin de semana, tras una fiesta organizada por el conserje de la casa.
"Estoy totalmente en shock. Estaba fuera del país viajando para ver a mis hijas y celebrar un cumpleaños cuando me enteré de la terrible noticia. La pérdida de un joven es una tragedia inimaginable y mi corazón está con su familia y amigos", declaró la actriz en un comunicado.
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Eso sí, el día antes del cumpleaños de Scout, Demi se llevó a sus tres hijas a comer en Angelica Kitchen, un restaurante de Nueva York, donde según una fuente: "Demi estaba con un grupo grande, riendo y pasando un buen rato".
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