Además de haberse convertido en una de las actrices más destacadas de la pequeña pantalla con su papel protagonista en la serie 'Jane the Virgin' -por la que acaba de ser nominada a otro Globo de Oro- y de haber iniciado una más que prometedora carrera cinematográfica, Gina Rodriguez puede presumir a día de hoy de ser todo un referente en lo que a transmitir amor propio y confianza en uno mismo se refiere, una condición que se ha ganado a pulso al aprovechar sus intervenciones públicas para ofrecer una ilustrativa lección sobre los buenos resultados que se desprenden del trabajo duro y de una actitud constructiva ante la idea del fracaso.
"Cuando tenía 15 años y todas esas oportunidades que he acabado teniendo parecían inalcanzables, sabía que en el fondo tenía la capacidad y el potencial de conseguir cualquier cosa que me propusiera, independientemente de si acababa cumpliendo mis objetivos o no. Aprendí que lo único que puede pararte en esta vida eres tú misma. Me dije a mí misma: 'Si voy a fracasar, al menos tendré la oportunidad de hacerlo a lo grande'. ¿No es genial tener esa opción de poder fallar miserablemente? ¿No sería peor quedarme sentada, sin saber si quiera si podría haberlo logrado o no? Quiero comerme el mundo, al menos necesito probar", reflexionó en una entrevista para el nuevo número de la revista Marie Claire.
La fortaleza y seguridad que irradia a sus 32 años, que ha hecho de ella todo un ejemplo a seguir por los miles de seguidores que acumula en su perfil de Twitter, no significa que la joven intérprete no sufra en ocasiones ciertos altibajos emocionales que la llevan a cuestionarse su valía e incluso su decisión de permanecer soltera en una etapa caracterizada por el exceso de compromisos profesionales. Por eso, Gina asegura tajante que la misión de reforzar su autoestima sigue encontrándose en lo más alto de su lista de prioridades.
"Sigo trabajando todos los días en la tarea de quererme a mí misma, de reforzar aquellos aspectos de mi personalidad que me hacen pensar que no valgo lo suficiente. Ahora tengo una relación mucho más útil conmigo misma porque, desde los últimos seis meses, ya sé dónde está la clave para aprender a valorarme más y para asegurarme a mí misma que no necesito una pareja para ser feliz, o la aprobación de los demás a la hora de embarcarme en un proyecto. Es maravilloso contar con las dos cosas, pero me las tomo como un añadido, no como una necesidad", reflexionó en la misma entrevista.
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El enfoque tan positivo con el que Gina Rodriguez afronta los diversos retos que le presenta la vida también están directamente ligados a los valores que le han inculcado sus padres, originarios de Puerto Rico, entre los que destaca la convicción de que la educación constituye un factor clave a la hora de desarrollarse personalmente a todos los niveles.
"De mis padres, solo uno pudo graduarse en el instituto, por eso todos nuestros recursos se dedicaron a financiar mi educación. Mis padres eran plenamente conscientes de que la educación era la única vía de escape para cambiar nuestras circunstancias", explicó la intérprete sobre sus primeros años de vida en el humilde barrio de Chicago en el que se crió.
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Por: Bang Showbiz