Alejandra Borrero no tiene pelos en la lengua. Sin embargo, prefiere mantener su vida privada lejos de los medios y del escándalo.
Ha dado una gran lección a la sociedad, al decir libremente que es homosexual. Lleva una relación sentimental larga y estable, basada en amor, lealtad, confianza y respeto con su pareja, el amor de su vida, y con quien sellará su relación de manera formal.
“Sí, me caso y estoy muy feliz. Creo que soy una persona fácil para convivir. Me gusta conciliar, ser amorosa, romántica, tener una vida suave y dulce. No me gusta pelear”, expresó.
A la actriz la conquistan con honestidad y sinceridad, “También haciéndome reír. El humor es fundamental en mi vida. Creo que yo enamoro con estos ojitos (risas) y con mi corazón. Siempre he tenido para dar amor en grandes cantidades”, expresó.
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Comparte mucho con la persona que tiene junto a ella. “Todos los planes de la vida, desde el trabajo hasta comer rico. Ir al mar es uno de los placeres más grandes de mi vida”, dijo.
Alejandra vive sin temores y sabe que lo más importante fue aceptarse tal y como es.
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“Gracias a Dios mi madre ya no me juzga. En la vida ha tenido que aprender y entender que soy una mujer frentera, y eso no fue lo que me enseñaron, porque ser una niña venida de una sociedad tan conservadora, religiosa y llena de prejuicios hace que la gente cree una imagen pública y que viva una diferente en privado. Yo en Colombia he hecho lo que generalmente la gente no hace, y es decir la verdad. Me sorprendo de ser tan sincera. Me cuesta tratar de ser otra, fingir o mostrarme como una persona diferente. Es muy extraño que en este país la gente no sea sincera, que tenga que ocultarse, crear familias ficticias para acceder a cargos de poder, que creen tanto dolor para sí mismos y para los demás. Sé lo que la gente sufre cuando no cuenta quién es, al no aceptarse a sí misma. No es fácil enfrentar lo que uno es, pero es la realidad, y eso está bien. Es quererse como es, y yo me quiero como soy”.
La actriz sigue concentrada en su carrera como actriz y con su gran proyecto de vida Casa E!.
“No hicimos un teatro para imitar a nadie, sino con un espíritu muy diferente. La casa tiene dos premisas fundamentales: todo lo que tenga que ver con ser únicos y, por supuesto, con calidad”, concluyó
No te pierdas la entrevista completa en la edición impresa de la revista Vea.
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