No sabemos si es cuestión de pereza o si sencillamente Rihanna no encontró nada mejor que ponerse, pero lo cierto es que el abrigo que eligió -varias tallas más grande que ella- no le hacía ningún favor. A pesar de todo a la cantante no parecía importarle en absoluto, a juzgar por el gesto con que fue inmortalizada en Nueva York.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:37 p. m.