Los perros de la reina Isabel II de Inglaterra reciben un trato tan exquisito como cabría esperar en una mascota real, alimentándose a base de menús diseñados según sus necesidades individuales que les sirve un mayordomo en cuencos de plata o de porcelana, según ha revelado Roger Mugford, el entrenador de los famosos corgis de la soberana.
"A las horas de las comidas, cada perro tenía su propio menú diseñado especialmente para él, que incluía una serie de remedios herbales y homeopáticos. La comida se la servía un mayordomo en platos de porcelana o plata. Pude ver cómo la reina hacía que los corgis se sentaran en semicírculo a su alrededor y después les daba de comer uno a uno, siguiendo una jerarquía de antigüedad. Los demás se quedaban sentados esperando pacientemente su turno", explicó a la revista Town & Country.
El cariño que la monarca británica siente por sus mascotas se aprecia en que su actitud generalmente contenida se relaja notablemente al hablar de ellas.
"La reina tiene una opinión muy firme sobre cómo se debe tratar a los perros y no tolera la crueldad. Cuando habla de sus perros o de sus caballos puedes ver un lado suyo totalmente distinto: se relaja. Los perros son increíbles como ayuda para desconectar, a ellos no les importa el estatus social, lo cual debe ser un gran alivio para ella. No resulta sorprendente que disfrute tanto en su compañía", añadió.
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Actualmente la reina Isabel -que cumplirá 90 años el próximo 21 de abril- tiene dos corgis llamados Holly y Willow y dos dorgis -un cruce entre corgi y teckel-, Candy y Vulcan. El cariño de Isabel II por esta raza de perros comenzó cuando le regalaron una corgi llamada Susan por su 18 cumpleaños. Aunque hasta ahora siempre había ido remplazando a sus mascotas con nuevos corgis según iban muriendo, recientemente se supo que no continuaría con esta tradición porque -al ser una raza algo inquieta- podrían hacerla tropezar y provocar su caída.
Por: Bang Showbiz
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