Poco dado a hablar de su vida familiar o de su papel de padre de mellizos por partida doble -tras el nacimiento, primero, de Diego y Tadeo, y siete meses más tarde de los benjamines Ivo y Telmo-, el cantante Miguel Bosé ha hecho una rara excepción a esa privacidad, que ya rompió hace unas semanas publicando una fotografía de sus retoños -posando de espaldas, eso sí- en Instagram, para revelar ahora cuáles son sus prioridades a la hora de educar a sus hijos y demostrar que se implica a fondo en todo el proceso.
"Aparte de transmitirles que el día de mañana, se dediquen a lo que se dediquen, lo hagan con pasión, porque la diferencia entre hacer algo con pasión o solo hacerlo es lo que marca la diferencia y lo que realmente transmite. Eso por un lado", explicó el intérprete español a su paso por el popular programa 'El Hormiguero', en el que se explayó acerca los pilares fundamentales del modelo educativo que ha elegido para sus retoños, entre los que no podía faltar, cómo no, la música.
"Luego hay cuatro cosas que yo considero vitales y una de ellas no es una asignatura de colegio. Primero la música, es bueno para la mente, para el espíritu y para todo; el deporte, que te enseña disciplina y sentido de equipo y de individualidad; y las matemáticas, porque todo en la vida es matemática, todo tiene un algoritmo; y por supuesto, viajar, que es muy importante porque te ayuda a compararte con la gente".
En sintonía con esta filosofía, Bosé ha seleccionado para sus mellizos un centro educativo los más multicultural posible, en el que se mezclan diferentes razas y religiones para ofrecer a sus niños una visión lo más amplia posible de lo diverso que es el mundo.
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"Mis hijos tienen en la escuela 41 nacionalidades. Es como si viajaran todos los días. Están acostumbrados a ver razas y religiones diferentes, personas que ni comen lo mismo que ellos ni hacen lo mismo. Y el día de mañana ellos no tendrán los problemas que han tenido otras gentes y otras generaciones porque de una manera y otra están viajando todos los días y comparándose con otra gente para que no son la supremacía o los únicos que hacen las cosas bien", reveló en la misma conversación.
Si la estrella de la música otorga tanta importancia a que sus hijos aprendan a aceptar y respetar aquello que les resulta extraño o desconocido, es para que no cometan el día de mañana los mismo errores que él. A pesar de haberse criado en el seno de una familia acomodada como hijo del torero Luis Miguel Dominguín y de la actriz italiana Lucia Bosé, rodeado de artistas como Pablo Picasso y Ernest Hemingway, el cantante reconoce que en su juventud él tampoco estaba exento de prejuicios.
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"Yo la primera persona de color, la vi cuando tenía 14 años, era otro niño. Y me quedé paralizado, le pregunté: ¿Pero tú qué comes? Y obviamente me miró con cara de 'tú eres idiota'. Esa ignorancia te hace muchas veces crear cosas, prejuicios, que luego se hacen irreversibles", afirmó con contundencia.
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