Meghan Markle ya es una mujer casada (en la ficción)

A lo largo de las últimas semanas, mientras el Reino Unido se sumergía en un auténtico frenesí en torno a la figura de Meghan Markle -la próxima mujer en sumarse a la familia real británica cuando el 19 de mayo se case con el príncipe Enrique- al otro lado del Atlántico seguían con la respiración contenida el desenlace de otro mediático romance de la antigua actriz: el que a lo largo de siete temporadas ha mantenido con su compañero de reparto Patrick J. Adams en la serie 'Suits'.

Este miércoles los espectadores por fin han podido conocer el final de cuento de hadas de los dos personajes, Mike y Rachel, que a partir de ahora continuarán con sus vidas ficticias en una nueva ciudad, Washington, para justificar la ausencia de Meghan, que hace ya meses que se despidió de esa etapa de su carrera tras grabar el último episodio.

'Good-Bye', el episodio con que se ha cerrado la historia de Mike y Rachel y en el que Meghan se ha vestido de novia -por segunda vez- ha servido como un pequeño adelanto de cara al esperado enlace real, en el que la futura esposa de Enrique lucirá seguramente un diseño mucho más exclusivo que el Anne Barge valorado en 6.800 dólares con el que llegó al altar este miércoles en una ceremonia organizada en el último minuto antes de una mudanza imprevista. Ese vestido era el mismo que ya había lucido en la quinta temporada durante su boda interrumpida y al que para esta ocasión había realizado unos ligeros cambios.

Respecto a sus votos, los dos intérpretes no decepcionaron a los fans y consiguieron cargar de emoción la escena en que se juraban amor eterno.

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