El primero de enero de 2016 en el barrio Lloreda de la ciudad de Cali, el futbolista Jefferson Herrera, quien en ese momento jugaba en la segunda división del fútbol colombiano en el Deportivo FC de Cali, recibió un disparo cuando intentaban robarle el celular.
El disparo que casi lo deja cuadripléjico, después de un año, Jefferson ya ha dado sus primeros pasos y desea volver a las canchas a sus 24 años de edad.