La actriz Lindsay Lohan se ha fijado el objetivo de reducir notablemente su masa corporal en las próximas semanas, por lo que no le ha temblado el pulso a la hora de comprometerse a seguir una dieta radical conocida como Master Cleanse.
Semejante propuesta consiste en beber una mezcla de zumo de limón con sirope de arce, tomar una pizca de pimienta de cayena y mucha agua durante 10 días, además de la prohibición de comer alimentos sólidos durante ese período: una exigente rutina que la intérprete llevará a rajatabla antes de presentarse ante el público estadounidense en el popular programa 'Saturday Night Live'.
"Es una barbaridad lo que se está planteando hacer. Quiere perder nueve kilos a la velocidad de la luz y está dispuesta a todo para conseguirlo. Lindsay no escucha a nadie, está paranoica e incluso piensa que su barbilla es demasiado grande. Además cree que estar extremadamente delgada es un requisito indispensable para volver a trabajar al mismo ritmo que antes, como si fuera la única manera de aparecer en más películas", reveló una fuente cercana a la revista Heat.
Aunque la controvertida dieta ya ha sido empleada antes con éxito por celebridades como Beyoncé --quien hizo uso de ella para aparecer radiante en la cinta 'Dreamgirls'-- los allegados a la pelirroja intérprete están preocupados por los efectos que pueda generar en Lindsay este duro tratamiento, sobre todo teniendo en cuenta que solo han pasado unas semanas desde que la actriz saliera de rehabilitación y comenzara a adaptarse de nuevo a la vida cotidiana.
"La gente que la rodea está preocupada por esta dieta porque [Lindsay] puede que la convierta en una nueva adicción. Cuando uno tiene poca energía, es probable que una mala alimentación pueda debilitar las defensas, algo muy peligroso para alguien que acaba de salir de una terapia médica", comentó el mismo informante.
Por: Bang Showbiz