Solo unas horas después de que un equipo forense determinara que la muerte del fundador de las bandas Soundgarden y Audioslave, Chris Cornell -una de las figuras clave del movimiento 'grunge' de principios de los noventa-, se debió a una decisión voluntaria de quitarse la vida, su viuda Vicky no dudó en cuestionar las conclusiones de las autoridades argumentando que el roquero era una persona demasiado vitalista como para recurrir al suicidio.
De la misma forma, y pese a haber aceptado finalmente que las pruebas encontradas en la habitación de hotel donde fue hallado su cadáver no dejaban lugar a dudas, Vicky Karayiannis insiste ahora en que el comportamiento mostrado por el cantante en sus últimas horas de su vida no refleja su verdadera personalidad, sino el nocivo efecto de la profunda adicción a los medicamentos que sufría desde hacía años.
"Mi Chris era un hombre feliz, lleno de amor, cariño y calor. No estamos hablando de un hombre deprimido, sino de alguien que tenía una profunda adicción de cuyas señales nunca llegamos a percatarnos. Sé que él no quería morir. Si su mente hubiera estado despejada, sé que no hubiera hecho esto", asegura en una entrevista a People.
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Tras superar definitivamente aquellos problemas con el alcohol y las drogas que definieron buena parte de su trayectoria en la década de los 90 y los 2000 -llevaba casi una década sin probar ninguna de esas sustancias-, el músico terminó desarrollando una fuerte dependencia al Ativan -un producto que reduce los niveles de ansiedad y ayuda a conciliar el sueño- de la que, como reconoce ahora Vicky, debía haberle llevado a intervenir mucho antes.
"Supongo que me relajé demasiado, pero es verdad que cuando me di cuenta de que no podía dormir bien, supe enseguida que esa no era una buena señal", se sincera en la misma conversación.
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Tras perder al hombre de su vida de forma tan repentina y dolorosa, Vicky está decidida a utilizar tan dramática experiencia para concienciar a la opinión pública de los riesgos que entraña cualquier tipo de adicción, con la esperanza de que la tragedia sirva al menos para prevenir casos similares en el futuro.
"La adicción es una enfermedad, no lo olvidemos, y esa enfermedad tiene tanto poder, que es imposible evitar que acabe dominándote por completo", sentencia.
Por: Bang Showbiz