A la actriz Katherine Heigl -quien tiene dos hijas adoptadas, Nancy Leigh (6) y Adalaide Mary Hope (3), con su marido Josh Kelley- , le dio "perspectiva" convertirse en madre ya que descubrió que hay más cosas en la vida aparte de actuar.
"Ha sido una bendición, me ha dado perspectiva. Antes de ellas, todo giraba en torno a mis objetivos como actriz. Ellas me ayudaron a dar un paso atrás y a decir: 'Vale, tengo un trabajo importante que hacer en el mundo'. ¡Naleigh tiene seis, pero parece que tiene trece! Es muy descarada y segura de sí misma. Adalaide es un chicazo obsesionada con los bichos. El otro día estaba cavando para encontrar gusanos", cuenta a la revista InTouch.
No solo ella disfruta con la maternidad sino que su marido es un padre "fantástico" que la apoya por completo en la crianza de sus hijas.
"Se levanta con ellas por la mañana más a menudo que yo. No soy una persona madrugadora. Las chicas están obsesionadas con él. Creo que toda mujer con una autoestima sana tuvo un gran padre", añade a la revista.
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La pareja prefiere llevar una sosegada vida en familia, por lo que se mudó de Los Ángeles a Utah para criar a sus hijas lejos del mundo del espectáculo.
"Vivimos en un pequeño pueblo en la montaña. Es tan tranquilo", explica.
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