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Aunque tenga la silueta de una bailarina, no quiere decir que pasados los 30 años Kate Hudson deba seguir vistiéndose como tal. Durante su estancia en Nueva York, a la actriz le pareció inexplicablemente acertado combinar una falda de cuero negra en corte midi y un bolso de estilo chanelero con una camiseta gris de tirantes más propia de un gimnasio. Un conjunto así podría tener un pase en una veinteañera como Vanessa Hudgens, pero no en Kate, y más aún cuando decide prescindir del sujetador para lucirlo.
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