El rapero Kanye West sacó a relucir su lado más paternal el pasado sábado con su sobrino Mason (5), hijo de su cuñada Kourtney Kardashian y su pareja Scott Disick, quienes se cree que podrían haber puesto punto final a su relación de nueve años después de que Scott fuese visto en actitud muy cariñosa con una de sus exnovias durante su estancia en el sur de Francia.
Kanye se encargó de cuidar al pequeño y mantenerle al margen de los problemas de sus famosos padres invitándole a pasar la celebración del 4 de julio junto a él y su mujer Kim -tía de Mason- a borde del yate de su amigo jugador de la NBA Scottie Pippen, donde también se encontraban la mujer de este, Larsa, y su hija Sophia.
"Kanye se llevó a Sophia y a Mason al cine después de que su mujer Kim y Larsa se fueran a comer a Cipriani", aseguró una fuente al periódico New York Post.
La relación de Scott y Kourtney, que tienen dos hijos más -Penelope (2) y Reign (6 meses)- además de Mason, habría terminado de deteriorarse debido al estilo de vida repleto de fiesta del empresario.
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"Kourtney le ha dejado después de ver las fotografías [de Scott junto a su exnovia en Montecarlo], y él no ha regresado a casa después de pasarse todo un mes de fiesta. Antes Kourtney siempre perdonaba a Scott y siempre le apoyaba, pero ahora tiene tres niños en los que pensar. Tiene que hacer lo que es mejor para ellos", aseguraba una fuente a E! News.