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Tatiana Jauregui, quien interpretó a Dominga en Pasión de Gavilanes, ha enfrentado varios problemas de salud a raíz de la tristeza y el estrés provocados por su divorcio. Aunque ella misma afirma que "fue cordial", no alcanzó a dimensionar el impacto emocional que implicaría romper una dinámica de más de 15 años.
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Actualmente, se dedica a la música sin dejar de lado la actuación. Por ello, decidió concentrarse por completo en su carrera y en sus hijas, lo que eventualmente absorbió todo su tiempo libre. “No me di cuenta de que estaba sometida a un estrés muy grande”, confesó.
Según cuenta, no tiene una personalidad explosiva ni sufre de depresión, por lo que comenzó a sospechar que su malestar podría estar relacionado con algún problema de salud: pensó en una deficiencia de vitaminas o incluso en un dolor de muela, el cual trató de inmediato.
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Fue su endodoncista quien le sugirió consultar a un neurólogo, ya que podría estar teniendo problemas con el nervio trigémino. Efectivamente, este se encontraba inflamado, por lo que le recetaron medicamentos y terapias.
Sin quedarse quieta, buscó una segunda opinión. Otro médico fue más contundente: le advirtió que estaba a punto de sufrir un accidente cerebrovascular y que debía relajarse y calmar sus emociones para recuperar el control.
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Desde entonces, se ha aferrado a sus hijas y ha buscado lo mejor de la vida. Hoy en día, su dolor ha disminuido considerablemente. Sin embargo, continúa con chequeos médicos, consciente de que, si el estrés vuelve a desbordarse, su salud podría deteriorarse nuevamente.
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