A pesar de que la actriz Drew Barrymore se emancipó de su madre Jaid Barrymore a los 14 años, sigue preocupada por su bienestar, por lo que no sería capaz de "funcionar" si supiera que su madre no tiene el apoyo que necesita.
"Yo aún la mantengo económicamente. Necesito saber que la están cuidando, o simplemente no puedo funcionar. Estoy agradecida a esta mujer por traerme al mundo y me destrozaría saber que está necesitada", cuenta en su autobiografía 'Wildflower'.
Drew -quien tiene a Olive (3) y a Frankie (18 meses) con su marido Will Kopelman- no mantiene mucha relación con su madre y ha estado separada de su padre, el actor John Barrymore, durante la mayor parte de su vida, pero se siente agradecida a ambos por ayudarle a convertirse en la persona que es hoy.
"No sería yo si albergara rabia por haber vivido una vida tan heterodoxa con ellos. Solo quiero darle las gracias a ella porque amo mi vida y cada paso que he tomado es necesario para llegar a donde estoy y si eres feliz, entonces que Dios bendiga los tiempos duros que te permitieron llegar allí", confiesa la intérprete de 40 años en su libro.
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A quien sí estaba muy unida Drew era al director de 'E.T.', Steven Spielberg, quien siempre le hacía reír.
"Decir que le queríamos es decir poco. A Steven le encantaba asustar a la gente con la comida y de ahí, las batallas de comida. Se ponía comida en la boca y después la abría y decía: '¡Mirad, comida!'. ¡Y todos gritábamos! El cogía almejas y las sorbía y todos gritábamos: '¡¡¡Asqueroso!!!', y le encantaba".
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