El cantante Carlos Vives y su esposa, la actriz Claudia Elena Vásquez, personifican mejor que nadie las satisfacciones y la felicidad contagiosa que se desprenden de aquellas parejas que parecen destinadas a perdurar hasta el fin de los días, como han venido demostrando en innumerables ocasiones desde que se casaron en el año 2008 y, poco después, recibieran a sus dos hijos, Elena y Pedro.
Sin embargo, hay que recordar que la trayectoria sentimental del popular cantautor colombiano no ha estado siempre exenta de sobresaltos, teniendo en cuenta que carga a sus espaldas con dos matrimonios fallidos, uno con Herlinda Gómez que se prolongó más de una década y otro anterior de dos años con Rosa de Francisco a finales de los 80, y como él mismo se encarga de rememorar, con más de una decepción amorosa que solo logró solventar gracias al poder sanador de la música.
"Yo creo que sí, siempre fue la manera de hacerlo,recuperarse emocionalmente de una ruptura], de los que hacemos canciones, de la gente que escribe o escribió, como Alejo Durán. Definitivamente es una manera de, por lo menos, disminuir ese dolor", confiesa el intérprete en conversación con el diario El Heraldo, poco después de contestar con una mera interjección, "Uff", a la pregunta directa de si había experimentado en alguna ocasión el llamado "mal de amores".
Publicidad
Además de los períodos de vulnerabilidad que ha tenido que atravesar en el ámbito puramente sentimental, el ahora reputado y exitoso intérprete también reconoce haber vivido más de un momento de dificultad económica en los inicios de su carrera artística, cuando luchaba de forma incansable por hacerse un hueco en tan competitiva industria.
"Hombre, hay momentos difíciles y en esos comienzos por supuesto, había que trabajar duro, rebuscársela. La verdad es que era la época del filo", se sincera en la misma entrevista, antes de atribuir a las bondades del carácter caribeño el enfoque tan optimista y constructivo con el que siempre ha afrontado las adversidades.
Publicidad
"Hombre, el Caribe es una hermandad, ser gente caribe es ser gente humana. Nuestra gente habla diferentes lenguas, pero hay un sentimiento que nos une como comunidad y es esa forma de ser cariñosa, solidaria, cálida. Y así es como me siento yo", explica.
Por Bang Showbiz